El proceso de desulfuración de gases de combustión (FGD) utiliza un conjunto de tecnologías para eliminar el dióxido de azufre (SO2) de las emisiones de gases de combustión de las centrales eléctricas de carbón. Los sistemas FGD se desarrollaron como respuesta a los gases de combustión de las centrales de combustibles fósiles, principalmente de carbón, que suponían un peligro tanto para el medio ambiente como para la salud humana.
El S02 puede eliminarse de los gases de combustión por diversos métodos. En una central eléctrica de carbón típica, los sistemas FGD eliminan aproximadamente el 95% del SO2 de los gases de combustión. La FGD emplea predominantemente dos métodos de filtrado de las emisiones (depuración seca o húmeda) para que las centrales de carbón cumplan la normativa establecida por las Directrices de Limitación de Efluentes (ELG) de la EPA.